Como ya hemos dicho y escrito, la calidad de cableado es un factor determinante que puede afectar el resultado final del sonido de un sistema. No te voy a recomendar que te gastes una fortuna en ello, pero la diferencia entre un cable de bocina de preinstalación y un cable de poco más de 20 pesos el metro es perfectamente audible. Por lo tanto te aconsejo, como siempre, que adecúes la calidad del cableado al nivel de tu sistema de audio.
Normalmente se reducen a tres tipos concretos de cableado que denominaremos de bocina, de señal y de potencia o corriente (aunque todos conducen electricidad). También existen otros como el cable de antena, mangueras para el cargador, cables de vídeo y navegadores y por supuesto el cableado del propio vehículo.
Empecemos por el primero: El cable para bocinas
El cable de bocina, es el encargado de transportar la corriente de las salidas de bocina de nuestro amplificador o fuente hasta los terminales de bocina. La mayoría suelen ser paralelos, es decir, dos cables de diferente color o diseño “agarrados” entre ellos.
Existen cientos de modelos en el mercado y, por supuesto, cada uno de ellos expone su calidad. Sin embargo, debes saber, que la gran mayoría de ellos están fabricados con la misma tecnología y en la misma fábrica, variando únicamente el aspecto exterior. No te dejes engañar. Aunque mis conocimientos en electrónica son superfluos, no puedo defender las posturas tecnológicas de cada diseño, pero lo que si te puedo decir es aquello que sí necesito de un cable de bocina cuando lo instalo.
El calibre del conductor (no de la funda), es el primer factor y la determinaremos por la cantidad de watts que circularan por él, diferenciándolos si en lugar de ser de cobre está compuesto por otro/s material/es. También, tomaremos en cuenta el recorrido que efectuará en la instalación para saber si su grosor lo permitirá (curvas, ángulos, rincones, etc.).
Para los tweeters, los medios y los woofers con potencias de hasta 150 watts, se suele usar secciones de 1,5 a 2,5 m/m cuadrados, dependiendo de la marca en cuestión. El segundo factor será la cantidad de hilos que forman el conductor (personalmente, cuanto más mejor), que serán los
encargados de conceder mayor elasticidad al cable.
Libre de oxígeno en su elaboración (pero de verdad) ya que me garantiza la ausencia de óxido o moho en las conducciones.
Con twisteados o trenzados bien realizados (tecnología que incide directamente sobre la resistencia e inductancía de la transmisión).
Las fundas o cubiertas deben ser muy flexibles y de grosor suficiente (las de silicona me gustan, pero es difícil que deslicen por los rincones) y que marquen claramente la diferencia entre el positivo y el negativo.
Si el precio es “decente”, eligiremos que sea unidireccional (como ciertos neumáticos) y de aleación de metales nobles y/o minerales. Si el vehículo es propenso a los ruidos, existen cables con trenzados muy estudiados (aunque su aspecto exterior no lo parezca) e incluso apantallados.
Para el cableado del subwoofer, yo soy menos exigente, porque ahí me concentro principalmente en el calibre (de 4 m/m o más) y la protección del mismo. Hoy en día, tenemos tantos modelos a elegir que, con las características expuestas, podemos escoger incluso el color que más se integre al vehículo u otros aspectos estéticos.
Por último, los precios son bastante diversos pero, a partir de 20 pesos para un calibre de 2 m/m, podemos hablar de un cable de calidad.
Los conectores para este tipo de cables corresponden a sus terminaciones e incluyen los más que conocidos faston y otros menos conocidos como las “bananas de conexión“, los pins y las horquillas, todos ellos en diferentes medidas y calibres, con y sin funda. En fin, todo lo que necesitas para sujetar bien los cables a las bocinas.