Aunque las dos opciones son muy buenas, siempre existirán las diferencias de opiniones respecto a esto, dado que algunas personas prefieren escuchar los pitidos de los sensores y a algunas personas, les es más conveniente y eficiente una cámara trasera. Veamos los pros y contras de estas dos opciones que, a fin de cuentas, las dos nos facilitan mucho la vida a la hora de estacionarnos.
Los sensores de reversa son dispositivos de asistencia al estacionamiento basados en unos sensores que se instalan, más comúnmente, en la defensa trasera del carro, para informar de los obstáculos que puedan existir en los ángulos muertos de visión, así como de la distancia disponible para maniobrar.
Dichos sensores se activan cuando se utiliza la marcha atrás y si detectan, a una distancia inferior a dos metros cualquier obstáculo como, por ejemplo, otro vehículo, una pared o muro, avisan al conductor mediante una señal acústica (convertida en un pitido) aumentando su intensidad, a medida que se aproxima al obstáculo y así evitar un posible golpe.
Pros: Este tipo de sensores pueden ser un poco más económicos que una cámara trasera. Es conveniente cuando no tienes una pantalla en tu unidad principal del coche.
Contras: Este tipo de sensores son muy sensibles a la suciedad, motivo por el cual conviene limpiarlos y revisarlos de vez en cuando, pues una fuerte lluvia o incluso lodo acumulado puede influir en la eficacia de los mismos. El pitido puede ser molesto para algunas personas.
Si los sensores nos permitían detectar objetos y no golpearlos mediante un aviso sonoro, desde hace ya tiempo, algunos modelos incorporan la posibilidad de montar cámaras de visión trasera.
El mecanismo es bien sencillo: Por una parte, disponemos de una cámara situada en la parte posterior. Normalmente, se coloca por encima de la placa del carro. Su lente suele ser un gran angular de alta sensibilidad, para que en cualquier tipo de condición y de luz, nos muestre una imagen nítida y lo más amplia posible.
Cuando metemos la reversa, se activa, proyectando la imagen en la pantalla del navegador. Estacionar con ella es muy sencillo y casi no son necesarios ni los retrovisores laterales. Únicamente se usan para comenzar la maniobra. Para cuadrar el carro en el hueco se hace con la imagen de la cámara.
Pros: El montaje de la cámara no suele ser complicado ni caro. Muchas personas lo prefieren antes que a los pitidos de los sensores de reversa.
Contras: Sus dos mayores inconvenientes son, por un lado, que debemos mantener la lente limpia pues, por su ubicación, es propensa a ensuciarse en días lluviosos. No obstante, aún en malas condiciones, podemos seguir utilizándola pues de cerca nos sigue mostrando una buena imagen. Por otro lado, el vehículo debe disponer de una pantalla donde proyectar la imagen, normalmente asociada al navegador ó unidad principal compatible, lo que encarece el conjunto del dispositivo.
Nosotros te presentamos aquí lo que son cada uno y sus características, la mejor elección la decidirás tú mismo a corde con tu gusto, necesidades y posibilidades económicas. Por último, no hay que olvidarnos de que estos dispositivos de ayuda al estacionamiento son unos sistemas auxiliares y que, en ningún caso, sustituyen la visión e instinto del conductor.